Esta es una de esas casualidades que ocurren todos los días y que después de madurar durante 23 segundos generan “pequeñas historias con espuma”.
Hace unos cuantos días, una amiga publicó en Facebook una magnífica fotografía de una preciosa motocicleta (que me perdonen los puristas si hay que usar otro término) Harley-Davidson con una de nuestras botellas de cerveza artesana estilo KÖLSCH.
Nuestra amiga no es otra que la incombustible andaluza Pilar FERNANDEZ. Cocinera, amante de la fotografía, instagramer, burgalesa de adopción y mujer de sonrisa perpetua.
Puestos en contacto con Pilar le preguntamos eso de “Pero chiquilla, ¿De dónde has sacado ese pedazo demoto?”, jajajajaja
Como buena andaluza, lo primero fue responder con una amplia carcajada y luego vinieron las explicaciones.
La foto se tomó en el estudio de tatuaje “Electrikal Burgos” donde su dueña, María del Mar, y su equipo realiza esas obras de arte que se plasman en el exterior pero al final lo que demuestran es lo que realmente es un persona en su interior y donde la hija de Pilar (Sara, “La Bécaria”) está haciendo prácticas de tatuado. Tal cual.
“A los chicos del estudio les encanta vuestro diseño”. Ole por el gusto de los tatuadores de Burgos, si señor.
Tras charlar un buen rato y después de colgar el teléfono, nos pusimos a pensar: “Harley, tatoos, DOLINA, hummm, no suena mal la combinación”.
Cuando pensamos en tatuajes, muchas veces nuestra primera idea es pensar en “moteros” y poderosas motocicletas, y probablemente la primera motocicleta en la que pensamos sea una legendaria Harley-Davidson, uno de los símbolos norteamericanos de la carretera. Y por ello un poderoso símbolo de libertad.
Una libertad, como la que mucha gente asocia con hacerse un tatuaje, como una forma de expresión personal. No es un accidente que los “moteros” y los tatuajes se interrelacionen en la imaginación de la gente.
Los orígenes de Harley-Davidson se remontan a 1903 cuando un joven de Milwaukee, William S. Harley, y su amigo Arthur Davidson fundaron la marca que llevaría sus nombres. Utilizando sus propios diseños y el patio trasero de la familia Davidson como taller construyeron su primer modelo de competición, que hizo su primera aparición en septiembre de 1904.
Puestos a comparar, nos encantaría ser una marca icónica con Harley-Davidson, pero eso creo que no va a pasar (por lo menos en esta vida o en muchas, jajajaja), pero creo que tenemos un rasgo (por lo menos) en común con los chicos de Milwaukee.
¿Cuál es?
Cerveza DOLINA, al igual que Harley-Davidson, desde su creación decidió que en lugar de seguir la estela de sus competidores prefirió explotar su propia personalidad.
En cualquier caso, y por mucho que nuestro modo de ganarnos la vida resulte ser fabricar y vender cerveza artesana, nuestra recomendación para este verano (y siempre) es que a lo largo de tu viaje disfrutes de la conducción y de los paisajes que te rodeen, de las paradas y para que la conducción sea segura, … En la carretera, cerveza SIN
#soydolinista